RESUMEN
A partir de la década de 1970, muchas poblaciones de mamíferos carnívoros de gran tamaño comenzaron a recuperarse de siglos de erradicación causada por el hombre y la destrucción del hábitat. Desde entonces, la recuperación de varias de estas poblaciones se ha ralentizado o revertido debido a la mortalidad causada por el hombre. La caza ilegal (caza furtiva) es la causa principal de muerte en muchas poblaciones de carnívoros. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley se encuentran con dificultades para prevenir la caza furtiva y los científicos enfrentan desafíos para medirla. Ambos desafíos se exacerban cuando la evidencia se oculta o se ignora. Los autores aportaron datos sobre las muertes de 937 lobos grises (Canis lupus) en Wisconsin desde octubre de 1979 hasta abril de 2012 durante un período en el que los lobos estaban recolonizando el rango histórico principalmente bajo la protección del gobierno federal. Encontraron y remediaron parcialmente los sesgos de muestreo y medición en los datos de origen al reexaminar los informes de necropsias y reconstruir los números y las causas de algunas muertes de lobos que nunca se informaron. De las 431 muertes y desapariciones de lobos radio-marcados > 7,5 meses, estimaron que las causas humanas representaron dos tercios de las muertes reportadas y reconstruidas, incluida la caza furtiva en el 39-45%, colisiones de vehículos en el 13%, matanzas legales por agentes estatales en el 6%, y causas no humanas en el 36-42%. Esta estimación de la caza furtiva siguió siendo una subestimación debido a las fuentes persistentes de incertidumbre y la falta de información sistemática. Las muertes no informadas representaron más de dos tercios de toda la mortalidad anual entre lobos > 7,5 meses de edad. La mitad de todos los lobos abatidos no fueron denunciados, o el 80% de ellos que no estaban siendo monitoreados por radiotelemetría no fueron reportados. La tasa de mortalidad anual promedió el 18% +/- 10% para los lobos monitoreados, pero el 47% +/- 19% para lobos no monitoreados. Esa diferencia parece deberse en gran medida a que el radiomarcaje se concentra en las áreas centrales del territorio de los lobos, así como las tasas más altas de mortalidad causada por el hombre en la periferia de este área. Los autores detectaron una disminución promedio del 4% en el crecimiento de la población de lobos en los últimos 5 años del estudio. Debido a que estas estimaciones del riesgo de caza furtiva y la tasa de mortalidad general superaron las estimaciones oficiales después de 2012, los autores presentaron todos los datos para aportar transparencia y replicación. Las adiciones más recientes a las cuotas de caza públicas después de 2012 parecen insostenibles sin una reducción efectiva de la caza furtiva. La aplicación efectiva de la eliminación de la actividad cinegética requerirá estimaciones más precisas de la tasa de caza furtiva, la ubicación y el tiempo de las que se disponen actualmente. La revisión científica independiente de los métodos y los datos mejorará las políticas anticinegéticas para la conservación de grandes carnívoros, especialmente para especies controvertidas que enfrentan altos niveles de mortalidad inducida por el hombre.
Los autores y otros datos del artículo:
Treves, A., J. A. Langenberg, J. V. Lopez-Bao and M. F. Rabenhorst (2017). «Gray wolf mortality patterns in Wisconsin from 1979 to 2012”. Journal of Mammalogy 98 (1): 17-32.
La revista Journal of Mammalogy tuvo un factor de impacto en el año 2017 de 2,139 (Web of Science, 2019).
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Categoría de la revista |
Total de revistas | Clasificación de la revista | Cuartil |
| Zoología | 167 | 28 |
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REFERENCIAS
Web of Science (2019). Consultado el 22 de Enero de 2019. https://apps.webofknowledge.com/Search.do?product=WOS&SID=F2bD7j8lH4pR2QZQaBX&search_mode=GeneralSearch&prID=095f2175-d7b6-4934-a1ad-96bbe737c8ce