Bioacumulación elemental como discriminador trófico en lobos del sureste de Alaska: Cambios en la dieta marina-terrestre

RESUMEN

Los lobos (Canis lupus) del sureste de Alaska muestran diferentes estrategias de alimentación según las condiciones ecológicas de cada zona. Para estudiarlo, se analizaron isótopos estables (δ¹³C y δ¹⁵N) y oligoelementos en muestras de pelo de lobos procedentes de cuatro poblaciones del norte del Canal de Lynn (Douglas Island, Juneau, Gustavus y Pleasant Island), recogidas entre 2013 y 2021. Además, se estudiaron restos de pelo de nutria marina (Enhydra lutris) encontrados en excrementos de lobo de 2018-2019.

Los análisis isotópicos mostraron patrones claros:

  • Juneau: los lobos se alimentan sobre todo de presas terrestres como el ciervo de cola negra de Sitka (Odocoileus hemionus sitkensis) y la cabra montés (Oreamnos americanus).
  • Douglas Island: la dieta se basa principalmente en ciervos de cola negra de Sitka.
  • Gustavus y Pleasant Island: los lobos presentan firmas isotópicas “enriquecidas”, lo que indica un consumo elevado de presas marinas, especialmente nutrias marinas.

El análisis de oligoelementos mostró que los lobos que consumen más presas marinas presentan concentraciones más altas de estos elementos, lo que implica un mayor riesgo de bioacumulación en comparación con las dietas terrestres.

  • Los lobos de Gustavus tenían las concentraciones medias más altas de Cr, Hg y Mo.
  • Los de Pleasant Island destacaban por los valores más elevados de Al, Cd, Co, Fe, Mn y V.

La relación Se:Hg indicó un mayor riesgo potencial de toxicidad por mercurio en todas las poblaciones estudiadas, lo que supone una preocupación importante para la salud ambiental.

Comprender las preferencias alimentarias de estos depredadores y la disponibilidad de sus presas, junto con los riesgos asociados a la exposición a oligoelementos, es clave para diseñar estrategias de conservación específicas que protejan a los lobos tanto en las zonas costeras como en las del interior del sudeste de Alaska.

Los autores y otros datos del estudio:

Brohman, M., G. Roffler, D. Giarikos, D. Kerstetter and A. Hirons (2025). “Elemental Bioaccumulation as Trophic Discriminator in Southeast Alaska Gray Wolves: Marine-Terrestrial Diet Shifts”. Journal of Trace Elements and Minerals: 100263.

La revista Journal of Trace Elements and Minerals no tiene factor de impacto en Web of Science.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Uso invernal de lugares de depredación y carroña por parte de lobos en paisajes modificados por el hombre

RESUMEN

Comprender el comportamiento alimentario de los grandes carnívoros es esencial para saber cómo se adaptan a los paisajes transformados por el ser humano y cómo eso puede afectar su rol ecológico. En un reciente estudio, un equipo de investigadores analizó la actividad alimentaria invernal de lobos en el Parque Nacional de Abruzzo, Lazio y Molise, en el centro de Italia, entre los años 2008 y 2011.

Para ello, estudiaron 454 agrupaciones de posiciones GPS correspondientes a 8 lobos monitorizados con collares. Estas agrupaciones señalaban posibles puntos de alimentación, como lugares donde los lobos habían cazado o estaban carroñeando. Tras visitar estas zonas y analizar distintos factores ecológicos y humanos, los científicos identificaron actividad alimentaria en un 18,1 % de las agrupaciones GPS estudiadas.

Uno de los datos más llamativos fue que más de la mitad de los sitios de alimentación (51,5 %) correspondían a carroña de animales domésticos, lo que confirma el grado de interacción de los lobos con entornos humanizados. En promedio, los lobos permanecían unos 2,4 días en un sitio de alimentación, y volvían a visitarlo unas 3 veces antes de abandonarlo definitivamente.

El tipo de presa (silvestre o doméstica) y el perfil del lobo (lobos solitarios, parejas reproductoras recién formadas, o miembros de una manada establecida) influían en el tiempo que permanecían en el lugar y en la frecuencia de las visitas. Las manadas de tres o más lobos pasaban más tiempo y regresaban más veces, especialmente si se trataba de presas grandes.

Aunque la mayor parte de la actividad alimentaria se realizaba de noche, el estudio encontró que la nocturnidad disminuía conforme aumentaba la distancia a las carreteras, pero no así con respecto a los núcleos urbanos, lo que sugiere que los lobos pueden habituarse a ciertos niveles de presencia humana, pero no tanto al tráfico y al ruido asociados a las carreteras.

Además, los investigadores desarrollaron un modelo predictivo basado en datos GPS que permitía detectar el 62 % de los puntos de alimentación reales con solo visitar una parte de los lugares señalados, reduciendo así en un 59 % el esfuerzo de campo necesario. Esto demuestra el enorme potencial de combinar tecnología y análisis ecológico para comprender mejor los hábitos del lobo sin necesidad de una presencia constante sobre el terreno.

Los autores y otros datos del artículo:

Gallo, O.,Ursitti, J. and Ciucci, P. (2025). “Winter use of kill and scavenging sites by wolves in human‐modified landscapes”. Journal of Zoology 326 (1). DOI: 10.1111/jzo.70001.

La revista Journal of Zoology tuvo un factor de impacto en el año 2023 de 1,9 (Web of Science, 2025).

Categoría de la revista

Cuartil
Zoología

Q1

REFERENCIAS

Web of Science (2025). Consultado el 24 de Junio de 2025. https://wos-journal.info/journalid/18048.

 

 

 

 

 

Es probable que la búsqueda de bayas por parte de los lobos sea un comportamiento generalizado en los ecosistemas boreales del sur

RESUMEN

Los lobos son depredadores oportunistas y generalistas, capaces de adaptarse rápidamente a nuevas fuentes de alimento. Aunque solemos asociarlos con la caza de grandes presas, en algunos ecosistemas también consumen frutos, como bayas, cuando están disponibles en abundancia. Sin embargo, este comportamiento sigue siendo poco conocido y escasamente documentado.

En el ecosistema de Greater Voyageurs, en Minnesota (EE. UU.), un equipo de investigadores ha observado que los lobos consumen arándanos de forma habitual cuando estos están maduros. Para estudiar este fenómeno, instalaron cámaras trampa en parches de arándanos silvestres durante varios años, registrando el comportamiento de los lobos en plena acción.

Las imágenes captadas muestran a lobos de todas las edades, géneros y rangos sociales alimentándose de arándanos, tanto solos como en compañía de otros miembros de la manada. Estos hallazgos indican que, al menos en este ecosistema boreal del sur, el consumo de bayas es un comportamiento generalizado entre los lobos.

Los autores del estudio creen que este patrón podría repetirse en otras regiones similares y esperan que sus resultados motiven a investigadores de otras partes del mundo a estudiar este tipo de alimentación complementaria. Entender hasta qué punto los lobos incorporan frutas a su dieta puede ayudar a ampliar nuestra visión sobre su ecología, su adaptabilidad y sus hábitos alimentarios más allá de la caza.

Los autores y otros datos del artículo:

Evavold, I., Gable, T., Homkes, A. and Bump, J. (2024). “Wolves foraging on berries is likely a widespread behavior in southern boreal ecosystems”. Ecosphere 15 (10). DOI: 10.1002/ecs2.70035.

La revista Ecosphere tuvo un factor de impacto en el año 2023 de 2,7 (Web of Science, 2025).

Categoría de la revista

Cuartil
Ecología

Q2

REFERENCIAS

Web of Science (2025). Consultado el 24 de Junio de 2025. https://wos-journal.info/journalid/15254.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El origen, la conectividad y la especialización individual de los lobos isleños tras la exclusión de los ciervos

RESUMEN

Se supone que los lobos están obligados a alimentarse de ungulados. Sin embargo, una manada descrita recientemente en Pleasant Island (Alaska, EE.UU.) se alimenta de nutrias marinas y otros recursos marinos sin presas unguladas, lo que viola esta suposición tan arraigada. Los autores abordaron cuestiones sobre estos lobos relativas a su origen y destino, grado de aislamiento, riesgo de depresión endogámica y especialización de la dieta por individuos y sexos. Aplicaron metabarcodificación de ADN y genotipado por secuenciación de amplicones utilizando 957 excrementos recogidos entre 2016 y 2022, y secuenciación de representación reducida de muestras de tejido para establecer una comprensión detallada de la ecología de los lobos de esta región y compararlos con los lobos continentales adyacentes. El solapamiento trófico fue mayor entre los lobos individuales de Pleasant Island (media del índice de Pianka 0,95 +/- 0,03) en comparación con los lobos continentales (0,70 +/- 0,21). La dieta individual de los lobos isleños estuvo dominada por la nutria marina, con un rango entre el 40,6% y el 63,2% de porcentaje ponderado de ocurrencia (pPOO) (media 55,5 +/- 8,7). Por el contrario, los lobos continentales se alimentaron principalmente de ungulados (42,2 +/- 21,3) o topillos durante un brote poblacional (31,2 +/- 23,2). Se rastreó el origen de la manada de Pleasant Island hasta una pareja de tierra firme que colonizó alrededor de 2013 y produjo varias camadas. Tras la muerte de esta pareja reproductora, sus crías hembras y un macho inmigrante se convirtieron en los nuevos reproductores en 2019. Se detectaron 20 individuos de los cuales 8 (40%) fueron atrapados y eliminados mientras que dos murieron por causas naturales durante los 6 años de estudio. A excepción del nuevo macho reproductor, el análisis del pedigrí y los resultados del genotipo no mostraron ningún movimiento adicional hacia o desde la isla, lo que indica una dispersión limitada pero sin evidencia de endogamia. Estos hallazgos sugieren que los lobos muestran un comportamiento de búsqueda de alimento más flexible de lo que se creía, y que las estrategias de caza pueden diferir sustancialmente entre individuos de una misma manada o entre manadas. Sin embargo, la mortalidad antropogénica y natural combinada con una conectividad limitada con el continente puede inhibir la persistencia continuada de los lobos de la isla Pleasant.

Los autores y otros datos del estudio:

Eriksson, C. E., G. H. Roffler, J. M. Allen, A. Lewis and T. Levi (2024). “The origin, connectivity, and individual specialization of island wolves after deer extirpation”. Ecology and Evolution 14 (4). DOI: 10.1002/ece3.11266

La revista Ecology and Evolution tuvo un factor de impacto en el año 2023 de 2,3 (Web of Science, 2024).

Categoría de la revistaTotal de revistasClasificación de la revistaCuartil
Ecología19587Q2
Biología Evolutiva5427Q2

REFERENCIAS

Web of Science (2024). Consultado el 31 de Julio de 2024. https://www.webofscience.com/wos/woscc/summary/ba9951a0-f285-48a4-89fb-55f2ac0a3c11-ff476212/relevance/1

Dinámica alimentaria del lobo en el paisaje antropogénico de Alemania: un estudio de 20 años

RESUMEN

En Alemania, los lobos viven en un paisaje dominado por el hombre. El regreso del lobo a Alemania hace más de 20 años es un ejemplo de éxito en la conservación de la naturaleza; sin embargo, también ha provocado conflictos debido al alto grado de fragmentación del paisaje y los hábitos alimentarios del lobo. Aquí se estudió la composición de la dieta del lobo a partir del análisis de 11.225 excrementos. En Alemania, los lobos se alimentan principalmente de ungulados silvestres, que constituyen más del 94% de su dieta. Las especies predominantes son el corzo y el jabalí, y en la mayoría de los territorios el corzo domina la composición de la dieta. Dependiendo de la disponibilidad, el ciervo rojo y el gamo también pueden constituir una proporción elevada de la dieta. Se han observado variaciones estacionales y territoriales en la composición de la dieta incluso en territorios directamente vecinos. Los lobos cazan preferentemente juveniles de las principales especies de presas. A excepción del muflón, que prácticamente ha desaparecido a nivel local, ninguna otra especie de ungulado ha desaparecido de la dieta del lobo. Este estudio ofrece una visión general de la variada dieta de los lobos en Alemania desde su recolonización hace más de 20 años.

Los autores y otros datos del artículo:

Lippitsch, P., H. Kühl, I. Reinhardt, G. Kluth, F. Böcker, M. Kruk, F. U. Michler, H. Schumann, J. Teubner, J. Teubner, M. Trost, H. Weber and H. Ansorge (2024). “Feeding dynamics of the wolf (Canis lupus) in the anthropogenic landscape of Germany: a 20-year survey”. Mammalian Biology 104 (2): 151-163.

La revista Mammalian Biology tuvo un factor de impacto en el año 2022 de 1,6 (Web of Science, 2024).

Categoría de la revistaTotal de revistasClasificación de la revistaCuartil
Zoología17763Q2

REFERENCIAS

Web of Science (2024). Consultado el 15 de Mayo de 2024. https://www.webofscience.com/wos/woscc/summary/6c08b7bb-cbaa-4713-bb9c-3d6c63bd2190-e8ce9042/relevance/1