RESUMEN

La conservación del lobo ha sido especialmente polémica en las Montañas Rocosas del Norte de Estados Unidos, una región donde el debate social ha tenido tanto peso como los propios datos ecológicos. Sin embargo, los estudios sólidos sobre la dimensión humana de esta controversia siguen siendo relativamente escasos. A escala global, la percepción pública del lobo tiende a ser mayoritariamente positiva, aunque existen excepciones claras entre determinados colectivos rurales, en particular cazadores y propietarios de tierras. Además, los resultados disponibles no siempre coinciden en si estas percepciones cambian con el tiempo ni en qué dirección lo hacen, en parte debido a la falta de series temporales prolongadas.

Un estudio reciente aborda esta laguna analizando las actitudes hacia el lobo en Montana, uno de los estados rurales más extensos y representativos del oeste norteamericano. Para ello se utilizaron tres encuestas postales de ámbito estatal realizadas a lo largo de una década, entre 2012 y 2023, con una muestra total de 7.607 personas. Los datos fueron ponderados estadísticamente para permitir inferencias representativas de la población.

Los resultados muestran un nivel elevado de tolerancia social hacia el lobo que, además, ha aumentado con el paso del tiempo. No obstante, esta tolerancia no es homogénea. Se mantuvo claramente más baja entre los cazadores de lobo y los propietarios de tierras, aunque incluso en estos grupos se detectó una tendencia al alza. Entre los cazadores de ungulados silvestres, como ciervos y alces, la aceptación del lobo fue mayor y mostró un incremento más marcado.

En relación con las medidas de control, los datos revelan un cambio gradual en la opinión pública. Entre la población general, la proporción de personas que aceptaban la caza del lobo disminuyó con el tiempo, al igual que el ya reducido apoyo al uso de trampas, que pasó a ser minoritario de forma cada vez más clara. Estos resultados sugieren una evolución hacia posturas menos favorables a los métodos letales más intensivos.

El análisis espacial mostró que la tolerancia hacia el lobo era mayor en torno a los núcleos de población humana y menor en las áreas más rurales. Además, las actitudes se relacionaron estrechamente con factores sociales y culturales, como la identidad de los encuestados, sus valores personales y sus experiencias directas o indirectas con la especie.

El estudio concluye que las percepciones sociales sobre el lobo no son estáticas y pueden cambiar de forma significativa en periodos relativamente cortos. Los autores subrayan la necesidad de seguir investigando qué factores explican estas tendencias y cómo influyen en la aceptación de las políticas de gestión. Estas conclusiones tienen implicaciones directas para la gestión del lobo, no solo en Montana, sino en cualquier territorio donde la conservación de grandes carnívoros dependa, en última instancia, del respaldo social.

Los autores y otros datos del estudio:

Metcalf, A., E. Metcalf, J. Gude, J. Baldridge and M. Lewis (2025). “Increasing tolerance of wolves in Montana, United States (2012–2023)”. Conservation Science and Practice. DOI: 10.1111/csp2.70218.

La revista Conservation Science and Practice tuvo un factor de impacto en el año 2024 de 2,8 (Web of Science, 2025).

REFERENCIAS

Web of Science (2025). Consultado el 18 de noviembre de 2025. https://wos-journal.info/journalid/15280.